Desde
hace años, entre los vecinos de El Saso han existido sospechas de
que el asfalto empleado en las calles y viales del barrio no cumplían
exactamente con lo especificado y presupuestado en el proyecto
inicial. Ante semejante expectativa se plantean, forzosamente, varias
preguntas:
.-
En algunos tramos, la capa de asfalto no parecía tener el grosor
mínimo exigible, lo que llevaba a concluir que si esta supuesta
irregularidad se producía en varios kilómetros de calles
asfaltadas, ¿cuánto dinero habría supuesto el ahorro de material
en tantos kilómetros?
.-
¿Y si estas sospechas fueran ciertas y hubo merma en la cantidad de
materiales, cómo es posible que el presupuesto total de El Saso haya
sufrido un incremento tan brutal en el coste final de la obra que han
pagado los vecinos de este barrio?
.-
Además, si estas supuestas irregularidades se confirmasen como
ciertas, ¿qué responsabilidad tendrían los responsables de las
obras, comenzando por el Ayuntamiento y terminando por las empresas
constructoras?
Pero
no solo el asfalto ha sido motivo de suspicacias durante estos pasado
años. En opinión de los mismos vecinos, hay tramos de las calles de
El Saso en los que, bajo ese asfalto que a veces parece
extremadamente delgado, no se aprecia la existencia de otro material
presupuestado en el proyecto y que debería estar ahí: la zahorra.
Según
técnicos consultados, la zahorra debería estar entre el asfalto y
la tierra compactada. Sería una capa intermedia que ayudaría al
asentamiento del asfalto, para hacerlo más firme. Sin embargo, en
varios de los puntos donde el asfalto ya presenta deterioro (no
olvidemos que la obra tiene apenas dos años y las calles no soportan
tráfico continuado) no se aprecia la existencia de capa de zahorra.
De
modo que, al igual que con el asfalto, nos planteamos las mismas tres
preguntas anteriores: Si no se ha equipado convenientemente de
zahorra a las calles del barrio de El Saso, ¿cuanto dinero se habría
ahorrado ante la ausencia de este material?, Si se confirma la
escasez de asfalto y la falta de zahorra, ¿Cómo es posible el
desmesurado incremento en el precio final de la obra en kilómetros
de calles?, ¿y quien sería el responsable, de ser ciertas estas
supuestas irregularidades?
Observando
las siguientes fotos, que completan la serie del anterior artículo
“Nueva avería en El Saso deja al descubierto posiblesirregularidades en su construcción.”
podemos observar dos cosas: que el asfalto que queda al descubierto
no parece tener el grosor necesario, y que no aparecen restos de
zahorra debajo, la cual debería estar entre el asfalto y la tierra.
Más bien parece que dicho asfalto, demasiado delgado como para
soportar el paso diario de vehículos como un camión de recogida de
basura y un autobús, está apoyado directamente sobre el terreno
previamente compactado:
El
19 de febrero por la mañana, menos de 24 horas después de publicada
la primera parte de este artículo, el mismo secretario interventor
que niega información a los representantes de la asociación de
propietarios del barrio de El Saso, dirigía personalmente y a pie de
obra las labores de “tapado” del tramo del vial averiado. Extraño
apremio que no suele darse en la resolución de averías por parte
del Ayuntamiento de San Mateo. Así, el asfalto quedó bien oculto a
la vista de curiosos. Al siguiente día 20, el socavón provocado por
la fuga de agua fue cubierto con tierra.
A
fecha de esta publicación, 23 de febrero, no hay constancia de que
el Ayuntamiento haya entregado documentación alguna a la asociación
de propietarios. El Secretario Interventor ha dejado claro que no
facilitará de buen grado dicha documentación, la Alcaldesa Solanas
mira hacia otro lado, traicionando la tercera propuesta de su
populista programa electoral y dando cobertura y continuación a la
política de ocultación del anterior alcalde $ocialista; y el
Concejal de Urbanismo e Infraestructuras, vecino de El Saso y en otro
tiempo opositor a los desmanes cometidos en las obras de
urbanización, parece estar ahora más interesado en otros asuntos.
1 comentario:
Si el ex-concejal de urbanismo debe estar mas interesado en los efluvios que desprende la granja de cerdos que tiene al lado de su casa.
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